domingo, 12 de julio de 2015

¡No Puede Ser… Está Lloviendo!



   “Y canta el agua sobre la tejas mientras la tierra sedienta bebe con los ojos cerrados”. 

    Bien podría ser un verso de una poesía nacida de la inspiración pero no, es realidad… es el agua que Santiago pedía con tanta ansiedad y qué decir de los campos en la zona central.
   Hombres de con anchos sombreros de huaso o con humildes chupallas de paja miraban sus siembras con temor. No había agua, no llovía. Un verano voraz no cedía, no se alejaba, no soltaba su presa jadeante. Un verano caliente, un verano eterno. Lo más curioso, en relación a la necesidad de agua para la agricultura, es que los ríos llegan al mar con una gran cantidad de ella.
   Hubo planes para remediar el problema e incluso se hicieron estudios para hacer embalses en cada zona para contener aguas y paliar estos momentos difíciles. Gasto de tiempo y mucho dinero… el estado siempre paga con sobre precio… total en la realidad no es de nadie. Por eso… esa carrera vertiginosa por obtener un puesto público para poder colocar las manos sobre esa fortuna.
   Pero nada sucedió… el gobierno de turno no realizó esas obras y todo ese dinero se perdió en el fondo sin fondo de los bolsillos de muchos. Normal. Un secreto a voces que hoy cínicamente los involucrados en el  ventarrón llamado Penta- Soquimic…  porque tengan en claro que es solo un ventarrón propiciado por los de un lado y que al parecer les quemó algo la cola a ellos también… tratan de dar la prueba de la blancura. Pero solo será un episodio más en esta larga lista de actos impuros que comienza antes de la colonia en esta república tan bananera como cualquiera, pero con aires de joven casta y pura.
   Dicen, y yo creo que es así, que las cárceles son la universidad para aprender a ser más delincuente,  yo agrego que entrar a la política es estudiar y aprender a intuir dónde está el tesoro. Lástima.
   Pero está lloviendo, se está regando el campo, se están rellenando los escasos embalses, se está cubriendo de nieve la cordillera… ufff.
  Se anunciaba un alza desmesurada en el precio de las hortalizas, granos y todo lo relacionado con la agricultura y ganadería. El precio de la alfalfa para los vacunos estaría en las nubes y por ende la carne y la leche. En fin... la cadena se haría más pesada, pero no… está lloviendo en Santiago y los techos están limpios de mierda de palomas y de las infecciones que contiene, del hollín, de tierra y polvo de todo tipo. El clima está premiando al campeón.
 Seguramente habrá… si continúa por unos días… gente anegada, damnificados y todo eso. Pero la solución es fácil… no hay que esperarla de las nubes,  solo basta que las autoridades sean responsables en lo que tienen que hacer. Es extraño… se construyen casas, edificios por doquier  y se ven sólidos y eficaces pero nadie se preocupa…  antes… del subsuelo por donde debería correr toda esa agua que cae, pero no, se va por la superficie inundando casas, pasos bajos niveles y todo lo que encuentra  a su paso . Hay partes de la ciudad que se detienen, pero otras no… nunca. El Santiago antiguo, el Santiago cívico nunca se inunda a los más correrá agua por el borde de las calzadas mojando algunos zapatos, pero pronto se perderá bajó el cemento por medio de grandes y antiguas alcantarillas hechas de verdad, además otros que no se inundaran jamás es la parte pudiente del gran Santiago, la clase alta. Nunca ha visto a un Larraín sacando el agua con mierda del interior de su casa... es decir de su mansión.
  Pero eso no se nota o no importa porque el agua ya cae del cielo, esa agua que se hizo rogar y que posiblemente inunde, como siempre, a ciertos sectores, pero ya pasará y solo sentiremos la emoción de saber  que en Santiago y más lejos... está lloviendo.

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La razón me da la razón.
Novelesca versión.



Pequeñas grandes mansiones.




Durmiendo con el enemigo.







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