lunes, 10 de agosto de 2015

Ha Llegado Un Ángel a La Familia







   Si es verdad, pero su aterrizaje fue estruendoso y acarreó consecuencias inesperadas. 

           Un nerviosismo recorrió la familia y los caracteres se perfilaron con fuerza. Y como siempre, debo decirlo, la intervención médica también estuvo implicada... no me refiero al ángel mismo... sino al no ver lo imposible de no ver, lo que se leía en un informe de laboratorio a los tres meses de gestación. Si, es verdad... todos nos dicen que llegó un ángel a la familia, pero no dejó de estremecer hasta los cimientos a muchas seguridades. 



       Las lágrimas corrieron y la palabra pobrecita surgió golpeando las conciencias. Se escucharon reproches... muy claros y duros. Por qué a su edad, con su enfermedad a cuesta, irresponsabilidad. Palabras murmuradas a media voz. No es fácil... nada fácil. Se quebraron sueños, pero no de la recién llegada, sino los de los que la esperaban. Sé que no se lloraron los sueños de ella... porque ella no viene con sueños... solo viene a ser feliz, a dar alegría y a ser protegida y su problema médico puede presentarse en cualquier persona. Es un ángel de solo días, una hermosa bebe que duerme después de mamar. 
     
   El rostro delgado de su madre demuestra el esfuerzo que está realizando... el de contenerse... tratando de equilibrarse en este nuevo mundo y al que tendrá que acudir con paz y amor. 
   
  El problema nuestro, egoistamente nuestro, radicó en que no se nos dijo antes, cuando el anuncio de su llegada estaba en un papel frío e indiferente advirtiendo la enorme posibilidad de que así fuera... lo que sin embargo nada habría cambiado las cosas... al contrario. Hay dudas. ¿Fue un secreto escondido de sus padres que esperaron hasta cuando el hecho ya no se podía contener? 

    Prefiero culpar al médico que con el rostro cumpungido trataba de explicar la... sorpresa que también fue para ellos... ¡por favor! Yo fui funcionario de un hospital de niños por casi treinta años y puedo decirle claramente... no señor.... deje de fingir que no sabe leer. 

      Insisto que preparar a un grupo familiar es algo básico y humano. Siempre se tuvo temor por las complicaciones médicas de la madre y su edad mediana, pero enterarse de algo que se sabía sin duda alguna desde hace mucho... es cruel... aunque se esgrima todos los argumentos posibles. 

      Y la alegría se quebró como un cristal, la bulliciosa espera de todos, apelotonados como abejas en la sala de espera de la clínica, se detuvo. Desde el más pequeño hasta el más maduro de los familiares guardó silencio y nos miramos incrédulos... pero, si siempre se nos dijo que no había problema alguno. Y ese mar de emociones que se desató en esa sala, fue injusto... merecíamos conocer la verdad para esperar ya decididos a este ángel. Injusto también con ella porque su llegada no debió causar tanta inquietud... porque los ángeles no saben causar inquietud... al contrario. 

   Pero, como todo en la vida, la tormenta está amainando... muy lejos de ese ángel que gorgorea en su cunita. Los dolores y las penas son nuestros, los escribimos nosotros mismos con nuestros propios quehaceres y de ahí que el espíritu está flaco para soportar estos milagros. Con esto quiero decir que la tormenta causó daños familiares y que seguramente con el tiempo se irán reparando. Eso espero... con la ayuda de María José... la Coté, mi nieta.    

 

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