CRONICAS CHILENAS.: El Error De Evo.

Que Bolivia está sin mar, es cierto. Que Bolivia perdió el mar, también es cierto y que lo perdió en una guerra abierta, de frente, también.

Pero es curioso – leyendo el pacto de 1904 -- que el país vencedor pagara miles de libras esterlinas por esos territorios cuando se supone que el que pierde… paga. Que el tratado indica y manda que Bolivia haga uso eterno de los puertos de Arica e Iquique, es cierto. Y que Chile construyó un tren entre Arica y la Paz también.

Digo, no lo entiendo, porque soy un chileno más de a pie, estafado por la AFP, como puede serlo cualquier boliviano escuchando las noticias y que desde niño les han enseñado que fue una usurpación… no es su culpa La pregunta es… ¿qué no le han dicho a ellos? y ¿qué no nos han dicho a nosotros? Al parecer los intereses británicos fueron fundamentales para el conflicto. Por ahí leí que el Perú tenía armas norteamericanas… y los chilenos británicas… está claro de qué se trata el asunto… tal como es ahora… negocio mortal. Venta de armas por una parte y por otra… intereses económicos y no REALMENTE de los países en conflicto. Es más, hay documentos que dicen que esa guerra fue de Inglaterra usando a Chile como medio.

Pero vamos al error. Desde que tengo conocimiento Bolivia quiere recuperar el mar. Y aquí abajo, la gente chilena lentamente fue alejándose del patriotismo a ultranza. Fue una guerra y punto… donde murieron tantos chilenos, peruanos como bolivianos. Sin análisis alguno. Los historiadores dicen que estos países necesitaban héroes… porque había solo padres de la patria. Posiblemente sea así porque el primer necesario héroe es nuestro padre. Le pegó al perro que me quería morder. Mi papá no le tiene miedo a nada. ¡Cuando grande quiero ser como él!

Como digo… lentamente el patriotismo fue acotándose a ciertos ámbitos, agregando que la modernidad con su globalización difumina todo lentamente… la que no tiene fronteras ni banderas. Sin tomar en cuenta el fenómeno que es el fútbol… sin embargo si se pierde se echan algunas maldiciones contra la selección que nos venció, pero después todo tan normal como siempre.

Entonces el chileno medio, el de a pie y estafado, como dije antes, fue pensando al oír las peticiones de mar de Bolivia. Y se dijo... ¿por qué no? No hablo del izquierdista acérrimo que con tal de adorar a su dios personal daría todo menos… las dos gallinas. Perdón, es un viejo chiste político. Y yo oí a gente de edad decir… y por qué no. Y los más comerciante… y mar por gas y quedamos a mano. Y queda claro que era así, porque hasta… Pinochet estuvo dispuesto hacerlo. Los militares no entregan soberanía... la cuidan.

Pero la voz de Evo Morales comenzó a elevarse, su rostro absolutamente boliviano se contrajo, amenazante. Bolivia hoy nos mira con rabia y las rabias echan llamas. Y habló mal del presidente de Chile… nuestro presidente. Nos acusó, nos trató de ladrones, fue donde sus amigos de izquierda. ¡Mi madre! ¿No se estarán aliando para sacarnos la cresta y cumplir con el viejo plan de hacer desaparecer a Chile? Y no les costaría nada porque miro el mapa y me da claustrofobia al verlo… un hilo. Pero yo quiero a mi flaco país, como hubiera querido a Bolivia si hubiese nacido ahí, sin duda.

Y este presidente “hermano” arengó a su pueblo como si mañana estallara la guerra. Con ironía, burla, con sorna. Y nos llevó a la Halla y nos puso nerviosos… a nosotros, a los estafados, a los arrinconados por deudas y problemas. Entonces esa gente de edad ya no le gustó el color del día y pensaron en los muertos chilenos… solo en los muertos chilenos… y que fueron más menos 9.000 de una población de solo un par millones. 9.000. Toda una juventud chilena enviada a la muerte.

Entonces pensamos, no señor, a la fuerza no... como le diría una mujer a un hombre con apuros. Y el comerciante ya no quiso gas. Y yo no hablo de políticos que venden el alma al diablo por un millones de dólares para tener todo el poder posible en sus manos. Hablo de los estafados… de los que estiran el billete hasta romperlo para llegar a fin de mes. Además fueron dos contra uno… y si Argentina no nos roba por la espalda la Patagonia y se queda tranquila, habrían sido tres y yo no estaría escribiendo esto.

Y finalmente esa rabia, esa burla, esa sorna, esa ironía fue recordándonos que somos chilenos y a pesar que este flaco país nos niega mucho de todo lo que solo unos pocos “chilenos” tienen, es nuestro y se llama Chile y que tiene varias provincias, incluyendo zonas como Antofagasta y Arica. Y aunque en nuestras escuelas no nos enseñan a odiar a Bolivia, desde niños sabemos que Arica es siempre Arica y Antofagasta está dormida y que sobre sus casas flamea la bandera tricolor y la estrella solitaria.

Y vimos a Chile nuevamente a través de la rabia de Evo… y entonces, los estafados, los ninguneados, los explotados, nos sentimos más chilenos que nunca y entendimos a ciencia cierta que esta tierra que nos vio nacer será nuestra, hasta el último grano de arena,… siempre.

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