miércoles, 19 de febrero de 2014

Apóstata Una Palabra Injusta





                           En un post anterior me referí de soslayo, como una metáfora al bautizo de una de mis sobrinas, ya mujer, en una iglesia evangélica. Hice un recorrido desde su pueblo natal describiendo su familia hondamente católica hasta el día en que se bautizó protestante. Ahí quise intentar una respuesta a ese suceso tan común ya en nuestra sociedad. El por qué la familia de esta niña no logró mantener esa profunda fe y trasmitirla a su hija como hubiera sido lo lógico y esperable. De verdad yo lo tomé como una… anécdota… más, porque en general a nuestro alrededor nada tiene raíces muy profundas, por lo tanto nada se toma en serio, quiero decir que nadie se dejaría quemar ni siquiera que le dieran una bofetada por su iglesia o nadie daría el 10 por ciento de sus ingresos menos los que más tiene ya que su 10 %… les crece proporcionalmente… que incongruencia. Creo que fijar una cuota sería mejor… en fin, qué más da. Hablando terrenalmente, a Cristo, allá en el fondo de la historia de la iglesia, lo mataron por conveniencia… “más vale que muera un hombre y no todo un pueblo”.
Ahora su hubieran adivinado que con eso cumplían las escrituras, los rabinos no le habrían tocado ni un pelo y de seguro que lo mandan de por vida a las termas de Caracalla,  si es que coinciden las épocas. Bueno me aparte del tema pero no tanto. Lo tomé, como dije, como parte ya de lo habitual, pero… de improviso un video me dejó impresionado. Un video de un predicador sin pelos en la lengua, un predicador sin medida… ¡católico! Y lo pongo de esa forma porque, los tremendos, los descontrolados, los encendidos, los sin medida son generalmente evangélicos, pero un predicador católico con tanto énfasis no había escuchado, generalmente pongo atención a los hermanos separados. Mucha labia o verborrea, nada criticable, es su pega, su trabajo literalmente hablando. Alguien dijo jocosamente que eran emprendedores y sus templos, PIMES. Y se preocupan de ella porque, y con esto no miento, su rebaño les da comer y vestir y remedios y donde vivir y viajar y de... en fin. Y les va bien. Cosa que no sucede largamente en las iglesias católicas. No aportan (aportamos) para nada las ovejas a la iglesia y eso que uno de sus dichos o sentencias es que “los pobres heredaran el reino de Dios”. No quieren desprenderse del dinero que ganan, no sabrán acaso que el ojo de una aguja es estrecha para pasar con fardos de dinero. En todo caso los sacerdotes no son ni raquíticos ni muertos de hambres ni andan con harapos ni nada parecido. Horrible cosa sería entonces encontrar al cura de nuestra parroquia comiendo en el Hogar de Cristo y, ojo, no como visita sino como parroquiano. Sería escandaloso y vergonzoso. No faltaría el canal de televisión que de su área de farándula mande reporteros para ver ese tremendo desaguisado. Título, un cura vive de las limosnas, lo que sería lo ideal, pero en otro sentido. Claro que sería una suerte para este cura porque de ahí adelante viviría de programa en programa contando su desgracia. Eso si… esta situación es la cara opuesta de la realidad, porque definitivamente los curas/curas no se mandan solos. No pueden agarrar a una docena de fieles y hacerse una iglesia/pime donde les dé gusto y gana. No, no, usted se va para el África o a algún pueblo perdido en la falda del monte Everest en los Himalaya a beber leche de Yac con sal y… se fue no más. Según he visto en el canal católico del cable que hay curas perdidos en los Andes viviendo con los quechuas y ahí le es difícil la vida. No hay corriente ni agua. Ni la bicicleta sirve solo a burrito. Duro. Todo eso y más, pero aguerridos en su prédica… nada. Al contrario, francamente uno deduce que ese cura de pie junto al sagrario está aburrido o no convencido de lo que nos quiere trasmitir a los tampoco muy entusiastas feligreses y finalmente el pan sale como una flor, como decía mi madre. Entonces, retomando… según este contundente predicador católico mi estimada sobrina es apóstata. Primero nos dio vara a los católicos y después contra los católicos que se dejan llevar por el agua del rio protestante.¿Lo sabrá ella? ¿Sabrá que si viviera en los siglos de la inquisición correría serio riesgo de ser quemada? Pero yo haría una segunda pregunta. ¿Lo será ella? Nadia puede apostatar de lo que no conoce. Ser católico no es solo saber que la virgen es la virgen, saber el padre nuestro, el rosario, que Cristo es Cristo y que murió en la cruz, que Judas es traidor, que la iglesia es católica… eso son solo hojas que flotan en el aire. Y con esas hojas nadie construye una casa sobre la roca y basta una brisa para ser llevada hacia otro lugar. Sin profundizar, sin llegar a visualizar lo que es en verdad nuestra iglesia católica, tarea exclusiva del clero, no podemos cargar con tamaña etiqueta a nadie, menos a mi sobrina. Apostata... de qué. Si no sabe ni siquiera lo que es ser apostata. Falta de conocimiento, ahí está el problema. Y desgraciadamente se cumple la sentencia de un cura muy español y de muchas zetas que nos dice con gran entusiasmo y tremendamente verdadero. Católico ignorante, futuro protestante. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Bienvenido.