UN BESTIAL SITIO

       

                                 Bestial... qué descripción... ¿verdad? Una palabra antigua para darle un nuevo sentido y usada por muchos blogueros, la mayoría jóvenes. Me gusta esa imagen. Voy a hacer un comentario bestial, dicen sin avergonzarse. Entiendo que indican que éste puede ser una estupidez, una bestia burda y primitiva, pero nada impedirá que lo expresen y eso me parece muy honrado de su parte. Bestial… ¡qué idea! Y curiosamente unos días atrás...
 y por esas cosas de la vida, recorriendo blogs de mi temática, entré a uno verdaderamente  “bestial”. Cientos de entradas y muy extensas, ahí se va al traste la idea que debe ser breve para que el lector no se canse. La leen, y queda claro que lo hacen, al ver la gran cantidad de comentarios de todo tipo que responden a cada una de ellas. Veintidós mil visitas mensuales. Ahora se podría pensar que el responsable de ese sitio debería ser un hombre o una mujer de mucha experiencia y por lo mismo de edad mediana o avanzada. Pero no. Es nada más y nada menos que una joven española. Una estudiante que se considera una devoradora de libros. Y claro que lo es, sin ninguna duda alguna… ninguna. Su blog es una verdadera colección de reseñas con mucho conocimiento y de una calidad que invita a leerla. Un blog que se acerca a los dos años. Adulada y tenida en cuenta por las editoriales y escritores a tal punto que, asegura, necesitó hacer su declaración de principio para rayar la cancha y donde llega a ser prepotente lo que ella reconoce. La experiencia y el conocimiento, expone, se paga. Comenzó en forma voluntaria y con inquietudes respecto a lo que le gustaba leer y por ese motivo creó su blog para poder conversar sobre ello.  Y lo hiso de maravilla. No hay muchos autores que no hayan caído en sus manos y de las cuales surgen reseñas de grueso calibre. Y claro y de acuerdo a su extraordinario gusto por los libros le dio el nombre a su blog. Debo reconocer que me sentí apabullado por tal despliegue de habilidad, verborrea y conocimiento al tomar en cuenta el tamaño de mi blog, pero ella, sin embargo y lo que es digno de elogio, como parte de sus reflexiones se da el tiempo para aconsejar a los nuevos blogueros. Dice que no cejen en su empeño y que ella también tuvo un principio modesto dentro de su ámbito. Y que la idea básica es… no cejar en el empeño. Se agradece su comentario. Sin embargo una cierta sensación de debilidad me invadió. ¿Para qué seguir si aquí ya estaba todo dicho o por lo menos una gran parte, agregando todos sus enlaces a otros blog similares y tan o más potentes que el de ella? Pero algo me sacó de mi estupefacción, es decir, cerré la boca, ella no escribe, aunque tiene claro que un porcentaje de las personas que leen a menudo escriben. Pero ella no, está al otro lado de la barrera. Y eso amigos míos, marca la diferencia, no es fácil ponerse en los zapatos de un soñador. No de aspirantes a soñadores, no de los “quisiera ser escritor”. De ese escritor que de la misma forma que come, va al baño, duerme… escribe. Escribir es una excreción del ser. Suena feo, pero es lo más cercano, ustedes me entienden. Entonces me dije, qué importa, este, mi flaco blog, si es solo una tenue imagen de mi persona como escritor. Mis novelas hablarán de mí, ellas son las que, inevitablemente me preceden y por eso mismo da miedo dejar que te lean en un principio. Porque solo mis novelas son capaces de hablar mal o bien y no solo como escritor sino como persona. Me desnudan ante el lector. No puedo fingir, ni mentir, ni vender gato por liebre. Así que amigo míos, sin temor alguno, digo que este “bestial” sitio creado por una experta en narrativa y otras cosas, no debo encasillarla, es muy importante dentro del mundo literario y solo espero que con el tiempo sea merecedor de ser mencionado en sus reseñas.